Con la permanencia asegurada, el final de la novena campaña del Embutidos Pajariel Bembibre en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional ha sido incluso demasiado confortable. El entrenador del cuadro berciano, Pepe Vázquez, aunque ha reiterado en múltiples ocasiones que se siente “muy a gusto en El Bierzo” después de tres años y cree que el desenlace del último ha sido más que bueno, pone condiciones para que se produzca su renovación: “Si continúo, me gustaría mantener el bloque, un proyecto continuista. Es algo que no pude lograr en los años anteriores”, recuerda el preparador gallego, que reconoce que “me gustaría, en caso de quedarme, no empezar de cero la temporada. Sería bueno poder empezar con un número importante de jugadoras de la última campaña”, reitera el compostelano, que considera importante que “la afición pueda reconocer a un número amplio de jugadoras. Evolucionar un equipo desde un punto medio es más fácil”, apostilla.
En concreto, admite el técnico gallego que una de las mayores dificultades que se ha encontrado ha sido tener que renovar cada año la plantilla casi por completo: “Este año hubo, por ejemplo. que construir desde cero, con gente muy joven y sin experiencia en la Liga Femenina Endesa. Excepto Anna Palma, que tampoco había tenido mucho protagonismo en Cadí La Seu, el equipo no tenía experiencia, lo que complicaba aún más el trabajo”, argumenta el míster de Santiago de Compostela, muy contento por la fe y la constancia que demostró el grupo en todo momento: “Cada partido es un examen, pero uno debe evaluar un poco más allá. Es muy lícito ir a una grada a ‘rajar’, pero los que nos dedicamos a esto debemos valorar el día a día”, subraya el estratega de la escuadra berciana, que recuerda que “el equipo trabajaba muy bien. La consecuencia ha sido este resultado”, sentencia.
El técnico del cuadro rojillo, de hecho, es consciente de la buena segunda vuelta que firmó su equipo, a la altura de los mejores equipos de la competición. Quién lo diría después del complicado inicio de curso para un equipo que tuvo que empezar con una plantilla joven y totalmente renovada. Tres jornadas le sobraron finalmente para certificar la permanencia, un objetivo que el compostelano cree que la entidad debe mantener de cara al próximo curso: “La prioridad, en el contexto actual, debe ser la permanencia. Si el club logra mantener un bloque, será más fácil que llegue a cumplir la undécima temporada en la Liga Femenina Endesa y no sufrir tanto”, aclara el míster del cuadro berciano, que afirma que “sería un reto personal y para las jugadoras, para tratar de dar un paso más y ver dónde lo coloca el nivel de la competición”.
“Fui feliz ganando, pero también me sentí orgulloso en muchas derrotas”
El gallego, eso sí, se mantiene expectante por los ascensos de Liga Femenina 2, pues en los últimos años han conseguido elevar el potencial de la Liga. “No se conocen los equipos que subirán”, apunta el adiestrador santiagués, que recalca que “hay proyectos, algunos con estructura ACB, que están llamando a las puertas y llegarán con fuerza a la competición. Me espero que la Liga Femenina Endesa siga creciendo”, especifica el entrenador de Santiago de Compostela, que recuerda que “volvemos a tener a las mejores españolas y jugadoras WNBA importantes. No sé si será la Liga más potente de la última década, pero me recuerda a aquella en la que Ros Casares llegó a tener a Maya Moore”, precisa el míster del conjunto del Bierzo Alto, que añade que “los equipos españoles demuestran en competiciones europeas que hay un nivel muy bueno”.
El nivel de la Liga Femenina Endesa crece cada año, complicando cada vez más la permanencia del proyecto berciano. Pese a todas las dificultades, Vázquez fue el que más creyó en ella en la temporada que acaba de concluir para la escuadra bembibrense. Quizá la clave para lograr el objetivo fue la constancia y la fe para creer en el trabajo. “Una de las cosas de las que más orgulloso me siento es que se percibe una evolución, que las jugadoras y el grupo fueron de menos a más”, explica el preparador del equipo berciano, que recuerda que “ya nos ocurrió lo mismo los dos años anteriores. Fui feliz ganando, pero también me sentí orgulloso en muchas derrotas”, enfatiza.
Silva y Gladkova, claves: “Han dado serenidad y experiencia”
Deportivamente, la llegada de dos jugadoras de su confianza como Roselis Silva, primero, y Julia Gladkova, después, fue determinante para reconducir la dinámica de un equipo que pagaba su inexperiencia en forma de derrotas. “Sus regresos fueron dos soplos de aire fresco”, reconoce el compostelano, que añade que “han dado serenidad y experiencia, pero además son jugadoras de calidad. Nos conocíamos y sabían que iba a intentar sacar lo mejor de ellas”, argumenta el preparador gallego, que considera que “su llegada, si el grupo no hubiera crecido, no habría servido. Fue un motivo de alegría su regreso por el cariño que les tengo”, rubrica.
En lo personal, además, estas dos jugadoras fueron capitales, líderes dentro y fuera de la pista. Su conocimiento del club y su carácter fueron vitales para guiar a un equipo carente de liderazgo. “Estoy muy orgulloso del grupo humano y del grupo de trabajo”, resalta Vázquez, que sostiene que “en este equipo se conjugó tener buenas personas y gente trabajadora, con ganas de mejorar individualmente y ganar los partidos. Es injusto hablar del mejor grupo de mi carrera como entrenador, pero este ha sido un gran grupo”, insiste el preparador gallego, que asegura que “ha sido un placer entrenar a estas jugadoras. Hemos competido y podido ganar más partidos”, opina el santiagués, que agrega que “la imagen que dio el equipo ha sido muy buena y nos hizo creer”.
La derrota en La Paterna, momento crítico: “Volví al hotel caminando”
Hubo muchos momentos claves en esa reacción, empezando por la victoria ante Lointek Gernika en la segunda jornada de la segunda vuelta. Pese a la derrota posterior frente a SPAR Gran Canaria, el equipo se hizo fuerte en su pabellón para lograr la permanencia. Vázquez recuerda que “esa victoria contra Gernika supuso un subidón por la llegada de Julia y lo que aportó a la confianza del grupo. No sólo por la victoria, sino por cómo se ganó a un equipo de los más importantes de la competición”, puntualiza el técnico santiagués, que cree que “contra Zaragoza también fue importante por cómo fuimos capaces de ganar a pesar de que no fue un partido brillante. También la racha de tres triunfos seguidos”, especifica.
Fue ese el momento en el que el equipo creyó y se agarró definitivamente a la categoría, ganando a Campus Promete y remontando frente al Alter Enersun Al-Qázeres, el principal rival por la salvación en aquel tramo de competición. El peor momento, sin duda, fue la derrota en Gran Canaria. Pepe Vázquez explica que después de aquel partido “incluso volví al hotel caminando. Tuve tiempo para reflexionar con la persona que más quiero, mi pareja”, explica el míster gallego, que recuerda que “veníamos de ganar a Gernika y fue un mazazo. No pensé en tirar la toalla, me duró un minuto”, aclara el técnico rojillo, que asegura que “en el siguiente entrenamiento ya estaba convencido de que nos íbamos a salvar. El equipo también lo creyó”, recalca.
Una temporada atípica: “Es muy triste jugar en un pabellón vacío”
Otro de los puntos negros de la temporada fue competir en muchos momentos importantes sin afición, uno de los alicientes del conjunto berciano. Sin embargo, pudo celebrar la permanencia en la 28ª jornada con la victoria ante Quesos El Pastor. Vázquez reconoce que “es muy triste jugar en un pabellón vacío. No sólo en nuestro caso particular”, matiza el compostelano, que desea que “pronto podamos volver a la normalidad. Eché mucho de menos a nuestra afición en muchos partidos”, insiste el preparador del cuadro bembibrense, que recuerda que “el día que vino Quesos El Pastor tuvo un comportamiento espectacular. Contra SPAR Gran Canaria nos ayudó a remontar”, destaca el estratega gallego, que considera que “es la alegría de cualquier club. Al final juegas para la gente y esta es la que motiva a las jugadoras”, certifica.
En un contexto sanitario marcado por el coronavirus, Vázquez considera que “ha sido una temporada extraña. Nadie había vivido esto antes”, resume el adiestrador gallego, que asegura que “era una incertidumbre porque no sabías si tú o tu rival ibais a estar bien . Por suerte, no tuvimos ningún caso y sólo en los partidos contra Valencia Basket y Alter Enersun Al-Qázeres nos vimos afectados y alterados”, rememora el preparador del equipo de la villa del Boeza, que admite que “es complicado planificar entrenamientos y partidos con esa incertidumbre. Me siento privilegiado por poder acabar la temporada sin contratiempos”, reconoce Vázquez, que asume que “hacer test todas las semanas es complejo, pero nos sentimos privilegiados por tener ese control”.
Ya desde el inicio, incluso antes de empezar la temporada, hubo cambios, empezando por una presidencia que pasó a manos de Amparo Villadangos después de cuatro años con Salvador Fernández como máximo dirigente. Al respecto, Vázquez asegura que “el cambio en la directiva no ha sido traumático, pues entró gente que ya conocía. Cambia la figura, pero Amparo entró con ganas y eso no ha afectado a mi forma de trabajar en el día a día”, aclara el técnico del conjunto de la capital del Bierzo Alto, que afirma que “estuve muy contento antes y lo estoy con la actual directiva. Trabaja todos los días para darnos lo mejor”, resume el compostelano, que también tuvo que encontrar un nuevo ayudante en Diego García tras la marcha de Álex Gutiérrez. “Fue un cambio inesperado, pero, al igual que sucedió con el anterior, Popi González, es un motivo de alegría ver la progresión profesional de un compañero”, argumenta el preparador gallego, que considera que “nos repusimos rápido con la contratación de Diego, cuya adaptación también fue rápida”.
Fotos: Héctor Keudell, Rodo López y Mila García.