En su segunda temporada como jugadora del Embutidos Pajariel Bembibre, Anna Gómez se ha confirmado como una de las mejores directoras de juego de la Liga Femenina. En su primer año en la capital del Bierzo Alto, su equipo consiguió la clasificación para los playoffs y ahora, pese a que el objetivo innegociable es lograr la permanencia, ocupa la sexta posición. Se encuentra a dos triunfos del cuarto puesto, ocupado por su rival de este sábado, Cadí La Seu, por lo que este duelo podría ser muy importante en el devenir de la competición. “Hace días leí que la situación se complicaba tras la derrota en Logroño, pero ahora todo el mundo cree que es una oportunidad para reengancharse”, señala la base valenciana, que aboga por “ir partido a partido”.
Un triunfo este sábado serviría para acabar con una serie de tres encuentros seguidos perdidos, aunque Anna aclara que “no le llamaría mala racha”, pues recuerda, “hemos jugado contra grandes equipos, como Conquero y Girona. También contra Campus Promete, que es un equipo fuerte en casa y que ha conseguido los triunfos como local. El calendario no nos ha favorecido”, remacha la valenciana, consciente de que “en Logroño no estuvimos a nuestro nivel. Ante Girona vimos al gran Bembibre que queremos y que somos”, puntualiza.
“Esperemos que ahora en La Seu podamos demostrarlo también”, agrega la base rojilla, que recuerda que “es la primera vez desde que estoy en Bembibre que sufrimos tres derrotas seguidas. Pesan, pero somos conscientes de dónde estamos, adónde podemos llegar y del trabajo que eso conlleva. Lo principal es ser humildes e ir partido a partido” reitera. “Nos enfrentamos a La Seu, que va por delante, pero no voy a opinar si nos permite luchar por la cuarta plaza”, indica la de Alfara del Patriarca, que considera que “el trabajo y la humildad dirán a final de temporada dónde estamos”.
El último partido del Embutidos Pajariel Bembibre ante Spar Citylift Girona sirvió, a pesar de la derrota, para recuperar las buenas sensaciones transmitidas anteriormente por el conjunto de ‘Chiqui’ Barros. Fue una derrota con polémica arbitral, pero Anna evita las excusas. “No me meto en eso, forma parte del juego. Cada uno tiene su forma de jugar dentro de la pista”, afirma la valenciana, que no quiere contradecir a su entrenador, que es, según ella, “quien debe valorar esas situaciones. No tenemos que dejar que nada nos afecte, pues si hubiéramos ganado de 10 a Girona, no nos habrían afectado los árbitros. Si en Logroño hubiéramos salido como lo teníamos que haber hecho, no estaríamos hablando de los árbitros”, sentencia.
La escuadra bembibrense mantiene el balance positivo en victorias-derrotas (8-7), y quizá por ello Anna es optimista de cara a los próximos compromisos. El Bembibre Arena se ha convertido en un fortín y la comunión entre equipo y afición es total. Ahora, tras vencer en Cáceres, Las Palmas de Gran Canaria y Rivas, parece que ha llegado el momento de que el equipo dé el golpe definitivo a domicilio. “Nos gustaría ganar con claridad, pero el año pasado en La Seu se ganó en un final a cara o cruz. Fuera es más complicado, es normal, pero si queremos seguir en la misma línea y creer que la cuarta plaza es aún posible, tenemos que ganar fuera de casa”, subraya.
En el plano personal, es inevitable que el partido de este sábado ante Cadí La Seu traiga recuerdos a una Anna que se enfrentará a uno de sus equipos en Liga Femenina y se reencontrará con Miguel Ángel Ortega, quien fuera su entrenador en Burgos hace dos temporadas. La valenciana, sin embargo, reivindica la importancia de un duelo tan trascendental. “Es especial porque llevamos tres derrotas seguidas y el equipo trabaja y merece una victoria. Más una victoria ante un gran equipo como Cadí, con un buen entrenador. El momento especial será cuando suene la bocina y hayamos ganado”, finaliza.
Fotografías: Javier Álvarez Losada.