Llegó el día esperado. Un mes después de finalizar la Liga Femenina en España con aquella inolvidable canasta de Ariel Edwards que selló el triunfo ante Conquero Huelva Wagen, tres semanas después de aterrizar en la capital de Ecuador, Quito, el entrenador del Club Baloncesto Bembibre, ‘Chiqui’ Barros, que entrenará hasta el mes de junio al conjunto femenino de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), se estrena en la liga del país sudamericano. Será este martes, que será miércoles ya en España, a partir de las 03:00 horas de la madrugada en nuestro país, cuando arranque el encuentro del equipo del ferrolano, que recibe al Uruguay de Manta. El choque, que se disputará en el Coliseo Julio César Hidalgo de Quito, se podrá seguir en Radio La Red.
Con apenas diez partidos en su fase regular, es una competición corta la Liga Ecuatoriana, que, por tanto, exige una preparación distinta. Desde Ecuador, ‘Chiqui’ nos cuenta que “la diferencia es abismal. Aterricé aquí el día 7 y hasta el día 11 no empecé a trabajar. El 9 y el 10 estuve viendo a menos de la mitad del equipo porque estaban siete jugadoras concentradas con la Selección Ecuatoriana. Hemos tenido dieciséis días, de los que hemos entrenado catorce, algunos en doble sesión, y empezamos con veintidós sesiones. Son muy pocas”, remacha el ferrolano, que lamenta, además, “el condicionante de que las jugadoras que vienen de la selección llegan muy castigadas. Yo soy partidario del trabajo físico con balón y el gimnasio, que me va muy bien, pero aquí realizan microciclos, algunos muy duros, y algunas llegan casi muertas”, comenta el preparador gallego, que admite que “son condicionantes con los que hay que jugar”.
Pese a no haber tenido el tiempo que considera necesario para afrontar con garantías la competición doméstica, el técnico ferrolano es optimista por lo bien que se ha trabajado. No obstante, tiene dos fechas marcadas en rojo en el calendario. “Tengo que ver la Liga Ecuatoriana; creo que cuando debute tendré una idea más segura. Para la competición no llegamos mal, pero estamos muy lejos de lo que podemos ser. Tácticamente hemos crecido mucho, pero estamos en un 30% de lo que pienso que puede ser el equipo”, remarca Barros, que considera que “cada partido, cada entrenamiento será un proceso de crecimiento para llegar bien a las dos fechas en rojo: el campeonato sudamericano en Chile, el 15, 16 y 17 de mayo; y también para llegar lo mejor posible a los playoffs, que empiezan en junio”.
Después de estas semanas en Ecuador, el ferrolano insiste en que el trabajo no es el que considera necesario para arrancar la competición, aunque es relativamente optimista de cara al debut de este martes: “Mi trabajo es que el equipo vaya ganando, que vaya compitiendo. Llego contento del trabajo, pero he tenido que adaptarme a muchas cosas y me gustaría que el equipo tuviese un punto físico mejor. Tenemos jugadoras que no están como me gustaría y en lo táctico hemos trabajado cosas en esas sesiones que para algunas era algo nuevo. Contento de lo que se ha trabajado, de lo que se ha asimilado; con la expectativa de comenzar. Espero empezar ganando porque nos daría seguridad”, añade el gallego, que asegura, asimismo, que “las jugadoras están contentas con lo que están haciendo, aunque soy consciente de que les estoy pidiendo cosas que seguro que no les han pedido nunca”.
No sólo la preparación de la temporada es distinta, pues también cada partido se prepara de forma diferente a España. El equipo de la UTE, por ejemplo, cuenta con dieciséis jugadoras en su plantilla, por lo que Barros debe elegir a doce para cada encuentro. ”Es un problema, pues voy a tener que dejar fuera a gente que merece estar”, comenta el ferrolano, que explica que las convocatorias deben contar con diez del equipo sénior y dos del júnior. “Mañana lo tendré más fácil porque una jugadora que viene de una universidad de Canadá, Edith Noblecilla, se acaba de incorporar. Me gusta mucho”, aclara el gallego, que apunta, no obstante, que para el partido del próximo viernes, en la localidad ecuatoriana de Cuenca, “quizá tenga que dejar fuera alguna internacional o sénior porque –indica- hay jugadoras que están trabajando muy bien. Como les digo a las jugadoras: me importa lo que pone delante en la camiseta, que es UTE, no lo de detrás. Respeto mucho el historial y la trayectoria, pero también el trabajo diario”, apostilla.
Por otro lado, asegura ‘Chiqui’ que “no se cuenta con tanta información como la que se maneja en España. No obstante, tengo alguna, y mis ayudantes me informan todo lo que pueden”, precisa. “Lo que sí espero es que seamos el equipo que más crezca; estoy seguro de que va a ser así. A medida que conozcamos a nuestros rivales, vamos a preparar mejor los partidos. Ahora tenemos que afrontar una serie de partidos no con todo el conocimiento que me gustaría, pero hay que adaptarse. Las desventajas hay que convertirlas en ventajas”, sentencia.
Por disputarse dos partidos semanales, es la ecuatoriana una liga distinta, que el ferrolano afronta con “la experiencia de haber disputado muchas ligas con playoffs, con muchas jornadas intersemanales. Una experiencia –puntualiza- que va en la capacidad de analizar y que te ayuda. Estoy intentando aportarles a ellas y hacer lo que dije cuando llegué: aprender mucho e intentar enseñar. Tanto la institución como las jugadoras me dicen que están encantados. Para mí es una satisfacción”, destaca el gallego, “contento” porque dos norteamericanas como Lyndra Weaver e Yvonne Turner, que jugaron la última temporada en España, “tiran del carro y piden a sus compañeras que aprovechen lo que les dice el entrenador”.
Sobre su rival, Uruguay de Manta, nos comenta Barros que “está en Liga Sudamericana” y que “tiene buenas jugadoras ecuatorianas, aunque no del nivel de la UTE y Santa María de Machala, que son las dos escuadras favoritas y que configuran el combinado nacional. Tiene dos buenas extranjeras”, subraya el ferrolano, sabedor de que “tendremos que pelear con ellas y de que tienen fuerza debajo de los tableros. Éste es un baloncesto distinto, al que estoy intentando darle el orden y las cosas buenas que tiene un baloncesto de primer nivel como el español. En ese punto estamos: que las chicas saquen todo de dentro, que hay cosas muy positivas. De todo el trabajo colectivo y de toma de decisiones que les pueda transmitir”, certifica.
Es el debut la culminación de una fase de preparación, y apunta Barros que “estoy muy contento por la evolución, porque son veintidós entrenamientos, que son los más duros porque son los primeros, cuando hay que asimilar más conceptos. Los equipos que yo dirijo -también con Raquel Álvarez en Bembibre, incide- van de menos a más porque al principio hay que asimilar mucha información. Aquí hay que dar menos, pero hay una que es imposible no dar para trabajar, y estamos en esa fase en que todo es más difícil”, reconoce el gallego, que muestra su optimismo porque, afirma, “veo el interés y las ganas de las jugadoras. Creo que lo vamos a hacer bien, que vamos a competir y que vamos a estar en la lucha por estar en la fase final de la Liga Sudamericana y el título de Ecuador para recuperarlo”, finaliza.