Llegó la cuarta renovación en la plantilla del Club Baloncesto Bembibre, la de Eli Vivas, que cumplirá su cuarta campaña en las filas rojillas. Tras asegurar recientemente la continuidad de Anna Gómez, ‘Monty’ y Orla O’Reilly, esta vez es el turno de otra de las capitanas del equipo dirigido por ‘Chiqui’ Barros, quien también seguirá, como su ayudante, Raquel Álvarez, en la entidad presidida por Alfonso Méndez. En esta ocasión es la tinerfeña la que ha alcanzado un acuerdo para seguir en el conjunto berciano otra temporada más, al menos hasta de la conclusión de la 2015-2016.
Supone la continuidad de la escolta una apuesta decidida por mantener el bloque con el que la entidad del Bierzo Alto ha competido las tres campañas disputadas en la máxima categoría del baloncesto femenino español. Procedente de Uni Tenerife, Vivas llegó a Bembibre en 2012, año en el que el cuadro berciano consiguió el ascenso a la Liga Femenina. En el conjunto rojillo ha jugado tres temporadas, en las que ha demostrado ser una jugadora de equipo, que siempre intenta aportar.
Así lo cree la propia Vivas, que se define como “una jugadora a la que le gusta ayudar al equipo en todo lo que puede. Me gustaría ofrecer más cosas el próximo año”, puntualiza la tinerfeña, que asegura que “estoy trabajando mucho para ello, para poder llegar bien y poder aportar un poquito más en todo lo que me pida el cuerpo técnico”.
Ella es feliz en el Club Baloncesto Bembibre, un equipo al que, recuerda, “llegué cuando acababa de ascender y se va a cumplir mi cuarta campaña. Eso indica que estoy muy contenta aquí”, asevera la jugadora isleña, que destaca “la manera en la que se trabaja. Cada año se va superando, me encantaría seguir creciendo como jugadora aquí. Las cosas en este club se hacen muy bien y cada temporada se van consiguiendo los objetivos que se marcan, sin volverse locos y siendo conscientes de todo. Es una de las claves para que cada año las cosas vayan mejor. Seguro que seguirá siendo así”, enfatiza.
Desde Ecuador, su entrenador, ‘Chiqui’ Barros, que se encuentra dirigiendo al equipo femenino de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), expresó su felicidad por poder contar con la tinerfeña otra temporada: “Es una de las capitanas y desde que llegó simboliza la palabra equipo. Es una jugadora que siempre quiero tener en mi equipo, cuyo comportamiento es siempre extraordinario y que siempre acaba saliendo adelante. Es la cuarta pata de la mesa”, ironizó.
Brillante e intensa defensivamente, su buena mano le hace ser también peligrosa en el lanzamiento exterior, cualidades muy valoradas por la dirección deportiva del club bembibrense. A punto de cumplir los 23 años, la continuidad de Vivas supone un paso más para la consolidación en la Liga Femenina de una jugadora que se proclamó campeona de Europa en 2008 y 2009 en las categorías U16 y U18, respectivamente, y que fue subcampeona del mundo en 2011 con la U19.
Recuerda la jugadora isleña que “conocí a ‘Chiqui’ cuando llegue aquí, y la verdad es que tanto él como Raquel (la entrenadora ayudante) siempre me han ayudado. Al principio, a adaptarme; ahora tenemos una sintonía muy buena. Nunca han dejado de confiar en mí y eso siempre se agradece, sobre todo cuando las cosas no van tan bien. Sólo tengo buenas palabras para ellos. Me alegro de volver a compartir otro año con ellos”, certifica.
Por su parte, ‘Chiqui’ Barros destaca a Vivas porque, apunta, “en los momentos difíciles siempre está. El primer año, para la permanencia; el año pasado, en partidos en que la necesitábamos; y este año, al final de la liga, recogió los frutos”, resume el ferrolano, que, de cara a la próxima temporada, espera que esté al nivel que demostró al final, porque, sostiene, “la necesitamos desde el inicio. Decir Eli Vivas es decir Club Baloncesto Bembibre”, remacha el técnico gallego, que considera que su renovación supone empezar a diseñar las líneas maestras de la plantilla: “Tener a Anna, ‘Monty’ y Orla es importante, como Eli, que es una ‘todoterreno’, pues puede actuar de ‘2’, de ‘3’ e incluso, si hace falta, se ofrece para jugar y entrenar de ‘4’”.
Por su capacidad de liderazgo y espíritu de sacrificio, Vivas se ha convertido en una de las jugadoras más queridas por la hinchada berciana, con la que siempre ha demostrado la tinerfeña un vínculo especial. Totalmente integrada en Bembibre, comenta que “como pueblo para vivir, me gusta mucho. Es un lugar tranquilo, la gente me ha acogido siempre muy bien y no tengo absolutamente ninguna queja. Todo lo contrario”, apostilla.
Por su entrega, es la jugadora isleña una de las jugadoras emblemáticas de ‘Las guerreras rojas’, de las que cuentan con más confianza por parte de su entrenador y cuya aportación trasciende lo que reflejan las estadísticas. Ella es consciente de su papel dentro del equipo y afirma que cada año va sintiendo más responsabilidades. “No sólo dentro de la cancha, sino fuera”, aclara la escolta del equipo bembibrense, que señala que “es normal. Me gusta sentirme importante”, rubrica.
“El año pasado era la segunda capitana”, explica la chicharrera, que reconoce que, obviamente, “tuve responsabilidades. La clave para que cada año salgan las cosas mejor y se trabaje bien es que todo el mundo se siente importante, todo el mundo ayuda y todo el mundo aporta su granito de arena”, aclara Vivas, “contenta” también al conocer las renovaciones de ’Monty’, a la que considera “la jefa en todo”; de Anna Gómez, “la mejor base -opina- de la liga”; y Orla, a la que define como una ‘killer’. “Es gente con la que es muy fácil todo; es un placer seguir compartiendo vestuario con ellas”, finaliza.