La jugadora del Embutidos Pajariel Bembibre Laura Herrera, que superó esta temporada los 250 partidos en la ahora llamada Liga DIA, disputó el pasado sábado su partido número 50 en la competición con la elástica rojilla. Alcanzó esa cifra ante Cadí La Seu, precisamente el equipo ante el que debutó oficialmente como jugadora berciana en la campaña 2015-2016. Pese a que su estreno, en el Bembibre Arena, acabó con victoria y esta vez no pudo repetirlo, la tinerfeña vive feliz su segunda experiencia en la villa del Boeza: “Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero mi vuelta a Bembibre ha sido increíble. Tanto a nivel personal como deportivo”, apostilla.
De hecho, Laura no descarta afrontar la que sería su tercera temporada en la capital del Bierzo Alto. “Jamás podría cerrar la puerta de un sitio en el que he sido feliz”, apunta la capitana de la escuadra bembibrense, contenta por haber decidido regresar tras una estancia de dos temporadas en tierras riojanas con el Campus Promete: “Tenía buenas sensaciones cuando decidí volver, por eso lo hice, y no me equivoqué. Fue una decisión muy acertada”, ratifica.
“Es muy fácil ser capitana en un grupo como éste”
De hecho, Herrera, que ya vivió una experiencia positiva en su primera etapa en la capital del Bierzo Alto, valora muy positivamente el hecho de conocer con anterioridad el club, la villa y su gente: “Todas las temporadas son diferentes. Creo que el hecho de haber estado ya aquí anteriormente ha hecho que me involucre mucho más a nivel personal”, reconoce la capitana del cuadro berciano, que asegura que “la gente aquí es maravillosa, nos cuidan muchísimo y me hacen sentir como en casa. No puedo estar más agradecida”, certifica.
Agradecida con la afición y los bembibrenses, Laura valora ahora la posibilidad de repetir experiencia con un grupo de jugadoras con las que ha congeniado a las mil maravillas. Está encantada de compartir vivencias con un elenco de jugadoras responsables, comprometidas y sobre todo trabajadoras. “Es muy fácil ser capitana en un grupo como éste”, sostiene la interior insular, que añade que “es uno de los mejores vestuarios (cuerpo técnico y jugadoras) que he tenido nunca. Además, Alejandra [Quirante], como segunda capitana, ha sido un gran apoyo. Sólo puedo darles las gracias”, enfatiza.
Sin duda, la cohesión del grupo ha sido determinante para que hayan llegado a las dos últimas jornadas con opciones de estar en los playoffs por el título. Aunque sean remotas por el duro calendario, Laura asegura que “nosotras seguimos creyendo. Sabemos que ahora lo tenemos más complicado, pero queremos seguir agarrándonos mientras tengamos posibilidades”, puntualiza la tinerfeña, que considera, asimismo, que “hemos dado argumentos de sobra para que se pueda confiar en nosotras”.
“Habría sido muy fácil tirar la toalla al terminar la primera vuelta”
Todo ello, después de una primera vuelta en la que el conjunto dirigido por Pepe Vázquez apenas sumó dos triunfos y enlazó siete derrotas consecutivas. Laura Herrera resalta la fe y la constancia que siempre tuvieron en el vestuario a pesar de los reveses. “Me quedo con el corazón que ha puesto el equipo siempre”, señala la pívot isleña, que opina que “habría sido muy fácil tirar la toalla al terminar la primera vuelta. Por suerte, no fue así. Sabíamos el trabajo que estábamos haciendo y que llegarían esas victorias”, argumenta.
Fruto de ese esfuerzo, de hecho, llegó la victoria ante IDK Gipuzkoa, que supuso un punto de inflexión en un equipo que llegó a acumular cinco triunfos en las seis primeras jornadas de la segunda vuelta. “Si tuviera que quedarme con un momento, sería el partido en San Sebastián”, señala Herrera, que recuerda que “veníamos de una semana dura con la marcha de Popi [González, técnico ayudante], siendo una menos tras la marcha de Jenna [Smith], con esa cantidad de derrotas a la espalda… El equipo sacó fuerzas y siguió creyendo”, subraya la interior insular, que reconoce que “fue muy emotivo. Marcó un antes y un después”, sentencia.
De hecho, el conjunto berciano ha trazado una trayectoria sobresaliente en la segunda mitad de la fase regular, con siete triunfos en once partidos. Laura tiene claro que los resultados llegaron porque la línea trazada fue buena desde el principio: “El trabajo siempre ha sido el mismo, nunca dejamos de confiar en él. Obviamente, en la primera vuelta se notó que éramos un equipo totalmente nuevo”, reconoce la 10 de la escuadra berciana, que recuerda que “llevábamos poco tiempo juntas, con una pretemporada complicada y aun así competimos prácticamente en todos los partidos. Creo que simplemente era cuestión de tiempo”, explica la capitana del cuadro berciano, que considera que “hemos ido de menos a más y ahora la temporada se nos ha hecho muy corta. La nota la pondré cuando terminemos”, concluye.
Fotos: Dani Quiterio, Rodo López y Toni Delgado.
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