Si en la anterior jornada la capitana del Embutidos Pajariel Bembibre, Alejandra Quirante, cumplía 100 partidos en la Liga Femenina, en esta 9ª fecha, en la que el conjunto berciano recibirá en su pabellón, el Bembibre Arena, al Cadí La Seu d’Urgell, el míster de la escuadra del Bierzo Alto, Pepe Vázquez, alcanzará la cifra de 150 partidos como primer entrenador en competiciones de la Federación Española de Baloncesto (FEB). El compostelano, que inició su trayectoria en los banquillos en Cortegada en la temporada 2011-2012, pasó posteriormente en España como máximo responsable técnico por Ciudad de Burgos, Ensino, ADBA y CREF ¡Hola! antes de llegar al Bierzo.
El míster del cuadro bembibrense, con 64 partidos como primer entrenador en la ahora denominada Liga Femenina Endesa, cree que su equipo, aún en fase de construcción, puede dar mucho más en esta campaña. “Aunque no empezamos como a mí me habría gustado, estamos en una línea que me gusta porque estamos compitiendo”, explica el míster de Santiago de Compostela, que considera que “estamos cerca de las victorias. Contra Clarinos, Gipuzkoa e incluso contra Gernika competimos bien”, reitera el entrenador gallego, que ve “una línea de crecimiento que espero que nos dé la permanencia”.
Dos grandes años en Vilagarcía de Arousa
Su estreno se produjo en Liga Femenina 2 en la temporada 2011-2012 con el conjunto pontevedrés de Cortegada, donde un año antes empezó como técnico ayudante junto a Tito Díaz. Debutó con una victoria (71-72) en Tenerife ante una escuadra, Aguere, en la que militaban jugadoras como Berta Chumillas, con la que coincidiría posteriormente en Burgos y que también jugó en Bembibre. Sobre aquel encuentro, Vázquez reconoce que “lo recuerdo con mucho cariño porque fue mi debut en el baloncesto profesional y porque lo hacía en un club en el que había trabajado en diferentes secciones de su cantera”.
Esa primera campaña, con jugadoras que también pasaron por El Bierzo como Dita Liepkalne o Amy Syll, culminó con la clasificación para la Fase de Ascenso en Huelva, en la que el club del Bierzo Alto acabó ascendiendo a Liga Femenina. En la siguiente vivió un duro momento cuando su equipo, a pesar de acabar líder en la fase regular, hubo de renunciar a una fase de ascenso en la que acabaron ascendiendo por méritos deportivos dos equipos vascos, el actualmente denominado IDK Gipuzkoa y GDKO Ibaizabal, y el ahora conocido como Mann-Filter Casablanca después de la desaparición de varios equipos.
Sobre esas dos campañas, Vázquez recuerda que “el equipo rindió por encima de las expectativas. El club había bajado de Liga Femenina por temas económicos, decidió hacer una reestructuración, reducir costes y por eso decidió salir en Liga Femenina 2”, comenta el míster compostelano, que añade que “apuestan por mí para intentar sanear el club e intentar hacerlo lo mejor posible. Los objetivos se cumplieron y además muchas niñas de la cantera llegaron al primer equipo e incluso están jugando”, resume el santiagués, cuyo recuerdo más especial de ese segundo año fue “la Copa Galicia que ganamos. Teníamos a todas las jugadoras e hicimos un baloncesto fantástico”, enfatiza.
En Burgos, “una temporada histórica”
En la 2013-2014, tras un breve periodo colaborando en Ferrol, recibe la llamada del extinto Ciudad de Burgos para sustituir a Esther Herrero. En el conjunto castellano, donde dirigió 17 partidos de liga regular y 1 de Copa de la Reina, estuvo muy cerca de acceder a unos playoffs en los que sí estaría un Embutidos Pajariel Bembibre contra el que se estrenó en la categoría con victoria en una tarde inolvidable para muchos aficionados bercianos por la nevada que registró aquel viernes la capital burgalesa.
Sobre esa etapa, Vázquez admite que “en Vilagarcía se produjo un fin de ciclo para mí. Después de colaborar en las categorías inferiores de Ferrol recibo una llamada inesperada de Burgos”, rememora el adiestrador santiagués, que afirma que “un loco como era Javier Ruiz se fijó en mí y me dio la oportunidad. Estaban en problemas y pensaron que sería la persona idónea para salvar el proyecto”, precisa el técnico del cuadro berciano, que asegura que “reconocen que fue una temporada histórica. Si hablamos de jugadoras como Belén Arrojo, Andrea Vilaró, Georgina Bahí o Adaora Elonu, lo entendemos como un equipazo”, reconoce el preparador gallego, que aclara que “eran jugadoras que entonces nadie quería. A pesar de no llegar a la final, recuerdo de aquel año la semifinal de la Copa de la Reina –cayó 65-52 ante Rivas Ecópolis- por ser el fruto de una gran primera vuelta, por lo que supuso para el club, para las jugadoras y para mí estar en una Copa de cuatro”, apostilla.
Vuelve a Liga Femenina 2 con Ensino
La desaparición al final de esa temporada del cuadro burgalés le obligó a hacer las maletas y volver a Galicia, donde dirigió al Durán Maquinaria Ensino y lo clasificó para la Fase de Ascenso después de ser segundo en la fase regular por detrás de GDKO Ibaizabal. En aquella temporada únicamente subiría el que sería su siguiente equipo en la máxima categoría del baloncesto femenino español: CREF ¡Hola!
Vázquez opina que “la temporada fue muy buena en lo deportivo porque estuvimos prácticamente una vuelta sin perder”, aunque lamenta que “nos lo jugamos en la Fase y llegamos con problemas de lesiones en varias jugadoras muy importantes. Guardo muy buenos recuerdos de las jugadoras y la temporada en sí”, especifica el técnico del conjunto bembibrense, cuyo mejor recuerdo de aquella temporada fue “un partido contra Arxil que ganamos con una canasta de pizarra de Tamara Montero”.
Dinamarca, como paso intermedio
Al año siguiente, nueva aventura, ahora en el Hørsholm 79ers de la Primera División Femenina de Dinamarca. Vázquez considera que “fue un erasmus. Era un experiencia que quería vivir, para reforzar mi nivel de inglés y porque quería vivir en otra cultura de baloncesto”, precisa el entrenador gallego, que comenzó la temporada 2016-2017 en Avilés dirigiendo al ADBA durante 10 partidos, aunque el CREF ¡Hola! apeló a su buen hacer para tratar de salvar a un equipo hundido deportiva e institucionalmente.
El técnico compostelano recuerda que “inicié la temporada sin querer entrenar, pero me llamaron de Avilés, me presentaron el proyecto y congeniamos muy bien con la directiva. Sabían que mi compromiso acabaría si llegaba una oferta de mayor categoría”, puntualiza Vázquez, que recuerda con especial cariño la primera victoria porque “es un club humilde para el que cada triunfo es muy importante”.
Mediada la temporada, llegó la llamada de CREF, donde dirigió 13 encuentros. “Fue una temporada difícil, pero habríamos estado a punto de conseguir el milagro de haber ganado en Cáceres”, indica el míster rojillo, que recuerda especialmente una victoria (77-63) ante Star Center-Uni Ferrol en la penúltima jornada que les dio opciones de salvación en la última. “Me quedo con el cariño del equipo, el apoyo y lo profesionales que fueron las jugadoras a pesar de los problemas”, resalta el preparador gallego.
Avenida y Bembibre, últimas paradas
En el siguiente curso deportivo estuvo en Salamanca, en el Perfumerías Avenida, como asistente de Miguel Ángel Ortega. Allí el conjunto charro firmó un triplete histórico. Vázquez cree que “fue un año maravilloso. Todo el mundo puede pensar que los títulos dan la felicidad –evidentemente suponen un subidón, acota–, pero fue bueno por otras cosas. Me sirvió para resetearme, reciclarme, volver al rol de ayudante para aprender de un entrenador como Miguel”, resume.
Al inicio de la pasada campaña llegó a un conjunto bembibrense en el que, tras un complicado inicio motivado por la renovación completa de la plantilla, estuvo a punto de llegar a los playoffs por el título. Vázquez asegura que “tenía ganas de empezar un proyecto. A lo que conseguimos le doy más valor que a los títulos”, subraya el técnico gallego, que añade que “luchar por un título tiene presión, pero luchar por salvar el proyecto probablemente más humilde de la categoría tiene más valor que un título. La temporada fue notable”, analiza el preparador del cuadro berciano, que recuerda especialmente la victoria en el Gasca porque “fue un punto de inflexión por ser una semana muy dura en lo personal. Las jugadoras tiraron de corazón cuando lo teníamos más difícil”, subraya el compostelano, que añade que “me quedo con el trabajo diario del grupo. Conseguimos el objetivo de manera holgada”, certifica.
En la presente campaña, pese a que sólo tiene un triunfo, cree que su equipo, a pesar de lo exigente que es la Liga Femenina Endesa, tendrá la capacidad suficiente para evolucionar y firmar la salvación. De hecho, asegura Vázquez que “sabía que esta segunda temporada sería más difícil. Para mí habría sido más fácil haberme ido”, argumenta el santiagués, que insiste en que “sabía de la dificultad por nuestras condiciones y porque la Liga iba a crecer. Si dije que valoraba la permanencia como un título, me apetecía volver a intentarlo”, rubrica.
Fotos: Toni Delgado, Rodo López y Mila.
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