El entrenador del Embutidos Pajariel Bembibre, Pepe Vázquez, vive un momento feliz en lo personal y lo deportivo. Sin duda, la victoria sobre Lointek Gernika con la que selló la permanencia en Liga DIA supuso un momento culminante en la trayectoria del santiagués tras una temporada repleta de sobresaltos. “Fue un cúmulo de sensaciones difíciles de explicar”, admite el técnico gallego, que asegura que “me acordé de mucha gente, de muchos momentos: de mi pareja, de mi familia, de mis mejores amigos, que estaban aquí… Fue muy especial que se produjera en este partido”, resume.
Pareció, de hecho, que se alinearon todos los astros para que la salvación se certificara en el mejor contexto posible, el Bembibre Arena, y de la mejor manera posible: con una de las mayores exhibiciones del conjunto berciano en sus siete campañas en la máxima categoría del baloncesto femenino español. Vázquez asegura que “me acordé de todos los que forman parte de la familia de este club y de muchos aficionados. Muy feliz porque se produjo en el mejor escenario posible”, insiste el compostelano, que lamenta la escasa afluencia en las gradas: “Es cierto que hubo una entrada menor que en otras ocasiones, pero estaba quien tenía que estar: quien había sufrido con nosotros toda la primera vuelta y quien nos ha acompañado junto con la directiva y Fernando como representación del patrocinador. Felicidad es la palabra que lo resume”, rubrica.
Agradecido a sus jugadoras: “Cuando las cosas iban mal, tiraron del carro”
De hecho, Vázquez asegura que este curso en la villa del Boeza “ha sido una experiencia muy positiva en lo personal y lo profesional. De aprendizaje como entrenador y de mis jugadoras. Cuando las cosas iban mal, ellas tiraron del carro y me demostraron que lo íbamos a sacar con corazón”, rememora el míster gallego, que no descarta continuar en Bembibre: “No sé lo que deparará el futuro, pero estoy muy contento. En otro club habría estado fuera cuando perdimos siete partidos seguidos, pero aquí sentí el apoyo, la confianza y se me transmitía que estaba haciendo un buen trabajo. Estoy muy contento con el pueblo, con el grupo humano que rodea al club”, subraya el gallego, que asegura que “siempre seré de Bembibre vaya donde vaya”.
“Por cómo ha sido todo, va a ser una temporada que siempre guardaré en mi corazón”, añade el adiestrador de la escuadra del Bierzo Alto, que reconoce que “la temporada en Burgos fue especial porque fue mi primera experiencia en Liga Femenina, tenía un grupo fantástico y tuve grandes resultados. Allí llegué con la temporada iniciada, aquí empecé el proyecto como primer entrenador”, analiza el técnico compostelano, al que todo en Bembibre parece resultarle factores a favor: “Cerca de mi casa y en un club al que tenía aprecio –siempre sentía que alguna vez lo entrenaría, bromea–. Será especial también por cómo se ha desarrollado”, argumenta Vázquez, que explica que “a los entrenadores nos gusta que los equipos crezcan. Como entrenador, estoy feliz por haberlo conseguido”, puntualiza el preparador de Santiago de Compostela, que insiste en que “en Bembibre estoy muy feliz”.
“Hubo muchas victorias importantes, momentos especiales y abrazos”
“Ésta es una temporada que siempre recordaré”, reitera Pepe Vázquez, que recuerda que “hubo muchas victorias importantes, momentos especiales y abrazos. Soy un entrenador muy exigente y eso me genera un desgaste, ya que sería más fácil relajarme y que el grupo fluyera. Hay muchos momentos para guardar, algunas victorias, como en Lugo y Ferrol, con muchos aficionados lejos de nuestro pabellón, con ambientes hostiles”, apostilla el santiagués, feliz por la reacción de su equipo tras una complicada primera vuelta y un proceso de formación del equipo con muchos contratiempos en pretemporada y retraso a la hora del conformar la plantilla.
Pese a todos los reveses que se encontró el técnico del conjunto bembibrense desde su llegada a la capital del Bierzo Alto, Vázquez siempre creyó que su equipo salvaría la categoría porque mostró en todo momento un elevado nivel de competitividad: “No le puse un número de jornadas a la permanencia, pero siempre creí que lo conseguiría. Si no hubiera sido así, habría sido el primero en irme a mi casa”, aclara. “Confiaba porque las jugadoras competían, luchaban y daban la cara contra todos los equipos. Tenía fe ciega en lograr la salvación porque el equipo también la tenía”, sentencia.
“Pensé que no podrían pasarnos peores cosas”
El equipo, de hecho, se repuso a una demoledora racha de siete derrotas seguidas al final de la primera vuelta que culminó con la marcha de la americana, Jenna Smith, y del técnico ayudante, Popi González, al subcampeón de Europa, Sopron. La adversidad hizo más fuerte al grupo. “La semana previa a jugar en San Sebastián fue dura pero bonita”, rememora Vázquez, que afirma que “la marcha de Popi me afectó porque era mi persona de confianza, el que me animaba. Pensé que no podrían pasarnos peores cosas, pero las jugadoras demostraron que confiaban en el trabajo. El partido ante IDK Gipuzkoa fue un punto de inflexión porque llegaron las victorias, todo fue más rodado y el nivel de confianza creció”, precisa.
Sin duda, todo cambió en el grupo, ya que el conjunto del Bierzo Alto, que actualmente presenta el tercer mejor balance de la segunda vuelta, igualó desde entonces su mejor racha en la Liga DIA (5 victorias en 6 partidos). La victoria ante Lointek Gernika, novena de la temporada y que selló la permanencia, fue la séptima en los diez primeros partidos de la segunda vuelta y confirmó la incuestionable mejoría de un equipo que ahora sueña con jugar las eliminatorias por el título. “El cambio fue un click”, indica Vázquez, que considera que “creímos en que podíamos ganar porque el equipo había competido siempre. Es de lo que me siento más orgulloso: seguir creyendo en el método de trabajo. Lo cómodo habría sido cambiar, pero insistimos en nuestra idea porque sabíamos que las victorias llegarían”, puntualiza el técnico del cuadro bembibrense, contento por la llegada de un Álex Gutiérrez que “aportó –en palabras del compostelano– ilusión y ganas de aprender. Nos ha ayudado a crecer en la segunda vuelta”, certifica.
A tres jornadas para acabar la fase regular y con opciones de jugar los playoffs por el título, Vázquez quiere que su equipo mantenga su propuesta y demuestre que quiere estar en las eliminatorias: “Le pido ambición. Lo fácil sería pasar y disfrutar, pero quiero lo mejor para ellas y que el equipo siga dando la cara”, enfatiza el compostelano, cuya principal intención es que su equipo compita siempre: “No sé cuántas victorias lograremos, pero quiero que demos una buena imagen. Como mínimo, como en la primera vuelta, cuando siempre compitió”, especifica el míster gallego, que no quiere rendirse: “No podemos bajar los brazos y debemos ser ambiciosas porque quiero que sigan mejorando. Tengo que exigirles hasta el final”, concluye.
Fotos: ToniDelgado, Luis García, Rodo López y Dani Quiterio.
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